miércoles, 30 de julio de 2008

Eucaristía, sacramento y sacrificio

El Catecismo Romano del Concilio de Trento, dogmático per se, explica que la Eucaristía en el Sagrario está como sacramento, con las propiedades y frutos que de ello se siguen; y en la Oblación litúrgica como sacrificio, habiendo para ello ricas y excelsas ceremonias que no se explicitan pero que determinarán, posteriormente, el Misal de San Pío V.

El invento burócrata de Bugnini ha roto de facto con el carácter sacrifial, por antonomasia, de la Oblación en la liturgia del Novus Ordo. Al romper la íntima armonía conjuntiva entre Consagración y Oblación, introduciendo la proclamación del "Misterium Fidei", el fiel pierde toda perspectiva del ofrecimiento a la Santísima Trinidad, la cumbre de la Santa Misa. Así como se ha perdido que el acto del amor está en la profunda adoración en la postura de rodillas, y refleja un acto no servil, sino filial. La corrupción de las costumbres mundanas que han eliminado la postura de rodillas por considerarla "servilismo", han llevado a hacer buena aquella frase que introdujeron los clérigos "fieles al CVII", que tras sus asambleas comunistas, socialistas y anarquistas pintaban en las paredes de los templos:

"La Religión se lleva en el corazón no en las rodillas".

Ahora, con esa corrupción de costumbres invadiendo la Iglesia, nos dicen que nos arrodillemos con el corazón en la Consagración, en la Oblación, en la Comunión, que no seamos "raros" haciendo esas cosas que ya no hay que hacer. Ahora ya nos hemos mundanizado, en definitiva, que seamos lámparas debajo del celemín.

lunes, 21 de julio de 2008

¿Reforma de la reforma?

La renovación de la Iglesia se realiza por medio de los Santos. No por la adscripción al grupo de "los primeros cristianos" o gaitas por el estilo, sino por el ejemplo de los Santos en toda época. Porque si hablamos de los primeros cristianos en general, habrá que recordar que muchos fueron mártires, pero otros muchos, para no padecer martirio, fueron apóstatas. Así, que miremos a los Santos, a los mártires, no a las épocas, a ese arqueologismo denunciado ya por S.S. Pío XII.

Tras la Jornada Mundial de la Juventud, en la que recordamos que la palabra "misa" ha desaparecido de los labios de la Jerarquía, ¿qué reforma de la reforma puede esperarse? La mejor reforma sería tirar a la papelera de reciclaje el Novus Ordo inventado por los burócratas modernistas y volver a la misa de siempre. Las nuevas ceremonias siguen siendo profanas. Se ha cambiado la guitarra por el violín, y el cantautor por el tenor y la soprano, pero la celebración sigue sin injertar la música sacra. Enromes candelabros, pero sin Crucifijo. La concelebración, exagerada, el Canon --si se le puede llamr Canon-- a tres voces, y recordando más ceremonias tribales paganas que a la Religión de Cristo, con las manos levantadas de cientos de sacerdotes, parece más una presencia por acuerdo general que por las palabras de la transustanciación recitadas por el celebrante. Los fieles recibiendo al Señor de rodillas, pero sólo de manos del Santo Padre, con lo que los paños calientes son una verdadera chapuza. Y para postre los Obispos comulgando en self service bajo las dos especies.

Decepcionante, pero una muestra más de que el modernismo es pertinaz en sus posiciones y para nada las han abandonado, y que el humo de Satanás sigue estando dentro de la Iglesia, y arriba, muy arriba.

lunes, 14 de julio de 2008

A propósito del "pobre de mí": ¿España excomulgada?

En 1567 el pontífice San Pío V en su bula De salutis gregis dominici prohibía la fiesta de los toros bajo pena de excomunión, a todos los fieles, mas Felipe II no autorizó la publicación de la bula y confió a su embajador el duque de Sesa la negociación de la severa sanción.

EXCOMUNIÓN A PERPETUIDAD

San Pío V: Bula «DE SALUTIS GREGIS DOMINICI» (1567)


[Traducida del texto latino en «Bullarum Diplomatum et Privilegiorum Sanctorum Romanorum Pontificum Taurinensis editio», tomo VII, Augustae Taurinorum 1862, páginas 630-631] Pío obispo, siervo de los siervos de Dios para perpetua memoria]

Pensando con solicitud en la salvación de la grey del Señor, confiada a nuestro cuidado por disposición divina, como estamos obligados a ello por imperativo de nuestro ministerio pastoral, nos afanamos incesantemente en apartar a todos los fieles de dicha grey de los peligros inminentes del cuerpo, así como de la ruina del alma.

  1. En verdad, si bien se prohibió, por decreto del concilio de Trento, el detestable uso del duelo --introducido por el diablo para conseguir, con la muerte cruenta del cuerpo, la ruina también del alma--, así y todo no han cesado aún, en muchas ciudades y en muchísimos lugares, las luchas con toros y otras fieras en espectáculos públicos y privados, para hacer exhibición de fuerza y audacia; lo cual acarrea a menudo incluso muertes humanas, mutilación de miembros y peligro para el alma.

  2. Por lo tanto, Nos, considerando que esos espectáculos en que se corren toros y fieras en el circo o en la plaza pública no tienen nada que ver con la piedad y caridad cristiana, y queriendo abolir tales espectáculos cruentos y vergonzosos, propios no de hombres sino del demonio, y proveer a la salvación de las almas, en la medida de nuestras posibilidades con la ayuda de Dios, prohibimos terminantemente por esta nuestra Constitución, que estará vigente perpetuamente, bajo pena de excomunión y de anatema en que se incurrirá por el hecho mismo (ipso facto), que todos y cada uno de los príncipes cristianos, cualquiera que sea la dignidad de que estén revestidos, sea eclesiástica o civil, incluso imperial o real o de cualquier otra clase, cualquiera que sea el nombre con el que se los designe o cualquiera que sea su comunidad o estado, permitan la celebración de esos espectáculos en que se corren toros y otras fieras es sus provincias, ciudades, territorios, plazas fuertes, y lugares donde se lleven a cabo.
    Prohibimos, asimismo, que los soldados y cualesquiera otras personas osen enfrentarse con toros u otras fieras en los citados espectáculos, sea a pie o a caballo.

  3. Y si alguno de ellos muriere allí, no se le dé sepultura eclesiástica.

  4. Del mismo modo, prohibimos bajo pena de excomunión que los clérigos, tanto regulares como seculares, que tengan un beneficio eclesiástico o hayan recibido órdenes sagradas tomen parte en esos espectáculos.

  5. Dejamos sin efecto y anulamos, y decretamos y declaramos que se consideren perpetuamente revocadas, nulas e írritas todas las obligaciones, juramentos y votos que hasta ahora se hayan hecho o vayan a hacerse en adelante, lo cual queda prohibido, por cualquier persona, colectividad o colegio, sobre tales corridas de toros, aunque sean, como ellos erróneamente piensan, en honor de los santos o de alguna solemnidad y festividad de la iglesia, que deben celebrarse y venerarse con alabanzas divinas, alegría espiritual y obras piadosas, y no con diversiones de esa clase.

  6. Mandamos a todos los príncipes, condes y barones feudatarios de la Santa Iglesia Romana, bajo pena de privación de los feudos concedidos por la misma Iglesia Romana, y exhortamos en el Señor y mandamos, en virtud de santa obediencia, a los demás príncipes cristianos y a los señores de las tierras, de los que hemos hecho mención, que, en honor y reverencia al nombre del Señor, hagan cumplir escrupulosamente en sus dominios y tierras todo lo que arriba hemos ordenado; y serán abundantemente recompensados por el mismo Dios por tan buena obra.

  7. A todos nuestros hermanos patriarcas, primados, arzobispos y obispos y a otros ordinarios locales en virtud de santa obediencia, apelando al juicio divino y a la amenaza de la maldición eterna, que hagan publicar suficientemente nuestro escrito en las ciudades y diócesis propias y cuiden de que se cumplan, incluso bajo penas y censuras eclesiásticas, lo que arriba hemos ordenado.

  8. Sin que pueda aducirse en contra cualesquiera constituciones u ordenamientos apostólicos y exenciones, privilegios, indultos, facultades y cartas apostólicas concedidas, aprobadas e innovadas por iniciativa propia o de cualquier otra manera a cualesquiera personas, de cualquier rango y condición, bajo cualquier tenor y forma y con cualesquiera cláusulas, incluso derogatorias de derogatorias, y con otras cláusulas más eficaces e inusuales, así como también otros decretos invalidantes, en general o en casos particulares y, teniendo por reproducido el contenido de todos esos documentos mediante el presente escrito, especial y expresamente los derogamos, lo mismo que cualquier otro documento que se oponga.

  9. Queremos que el presente escrito se haga público en la forma acostumbrada en nuestra Cancillería Apostólica y se cuente entre las constituciones que estarán vigentes perpetuamente y que se otorgue a sus copias, incluso impresas, firmadas por notario público y refrendadas con el sello de algún prelado, exactamente la misma autoridad que se otorgaría al presente escrito si fuera exhibido y presentado.

Por tanto, absolutamente a nadie etc. Dado en Roma, junto a San Pedro, el año 1567 de la Encarnación del Señor, en las Calendas de Noviembre, segundo año de nuestro pontificado.

En 1565, el Concilio de T oledo, prohibió la celebración de corridas en días festivos, por no guardarse, de esta manera, el precepto de descanso dominical.

En 1575, el sucesor de San Pío V, Gregorio XIII, en su Exponi Nobis excluye, en "las Españas" (sic) de la pena de excomunión a los legos, conforme al deseo de Felipe II.

En 1586, Sixto V vuelve reafirmar el contenido de Exponi Nobis en el Breve Nuper Siquidem.

El 13 de enero de 1596, Clemente VIII, en su decreto Suscepti Muneris ratifica a Sixto V y a Gregorio XIII.

El 21 de julio de 1680 el papa Inocencio XI en su "Nos Sine Graui" en la que encomienda al Nuncio se dirija a las autoridades a fin de que se tomen medidas para que los participantes en las corridas no sufran accidentes contra la propia vida.

miércoles, 9 de julio de 2008

La continuidad que falta

Si el papa actual, S.S. Benedicto XVI, pone como lema de pontificado la "hermenéutica de la continuidad" es porque, efectivamente, ha habido, y hay, una tendencia a la ruptura y esa ruptura es un peligro grave para la salud de las almas, tan grave, que es la piedra de toque de este bendito pontificado. No poco ha favorecido para este clima rupturista algunos textos conciliares, los cuales, o eran ambiguos o directamente eran contradictorios con el Magisterio precedente. No obstante, esa es mi opinión, la asistencia del Espíritu Santo fue declarar al CVII como pastoral, es decir, sea lo que sea el término (hay muchas respetables opiniones al respecto), de rango inferior al dogma y a la infalibilidad del Magisterio anterior y posterior a ese concilio ecuménico.

Sufrimos las secuelas de la ruptura en custiones vitales como la liturgia de la Santa Misa, centro y raíz de la vida cristiana; la doctrina social, haciendo tabula rasa de Mirari Vos, Syllabus, Pascendi, Notre Charge Apostolique y Humani Generis; y el indiferentismo religioso aprovechado para la politización de la "superación de credos".

S.S. Benedicto XVI ha acometido la labor primera de rescatar la continuidad litúrgica, y con ella la dogmática, en la Santa Misa. Para las otras dos cuestiones es necesario la elaboración de un compendio de Doctrina Social continuista. El editado, por necesario, en tiempos de S.S. Juan Pablo II por el Pontificio Consejo de Justicia y Paz es un fiasco, una auténtica discontinuidad histórico-teológica del Magisterio. Esta cuestión es ineludible, pues, la parálisis preconciliar, la atrofia muscular del brazo de la Iglesia sigue sin remedio y en claro trance degenerativo.

El Magisterio postconciliar, vasto e importantísimo en temas vitales como el aborto, las uniones de parejas del mismo sexo, el aborto provocado, las investigaciones con células embrionarias, la fertilización in vitro, la inseminación artificial, la donación de órganos en trasplantes quirúrgicos, las reconstrucciones plásticas de personas sanas, etc.; no encontrará aplicación mientras no haya un código político y social católico continuista con todo el Magisterio. La libertad religiosa en el fuero externo, la neutralidad del Estado en lo moral, la desintegración del régimen de Cristiandad son obstáculos que imposibilitan una acción conjunta y eficaz, es decir, una adhesión de la naturaleza humana a Cristo vitalmente radical, ayer, hoy y siempre.

Hasta que la continuidad no sea plasmada de forma explícita y se siga jugando con las ambigüedades, las contradicciones no hacen más que tirar de la cuerda teológica en sentido contrarios, tal cual la Tradición, tal cual el postconcilio, oponiendo como contrarios aquello que es consubstancial.

Vivo muy esperanzado todas las medidas del Santo Padre en materia litúrgica, en cambio no me duelen prendas en decir que el compadreo ecuménico y el democrático liberal son un obstáculo para alcanzar el lema de este pontificado y en ese sentido no hay un atisbo de luz que se pueda percibir, y así las tinieblas y confusión de los católicos en la vida pública continúa sin solución.

martes, 8 de julio de 2008

Replica desde la sinceridad

Que publico gustosamente y a la que me gustaría añadir una consideración constructiva, que me comprometo a ampliar. Es cierto que el celo amargo que se origina en dos fuentes especialmente peligrosas. La primera, la de las infalibilidades de las canonizaciones, de las que hablé en su día con el caso de San Josemaría Escrivá; la segunda la de enrocarse en el Magisterio previo al CVII y no hacer ni caso del posterior. Así, por ejemplo, la moralidad o inmoralidad de las investigaciones con embriones humanos y células embrionarias, a lo que no se había llegado en época de Pío XII, dejaría a la Iglesia en una debilidad insostenible.

De la acritud y la amargura


Recientemente alguien ha escrito lo que sigue: "Lo que siempre nos parecerá incomprensible, desde el punto de vista intelectual, son los posicionamientos agrios de A Casa de Sarto y La Honda de David, ya sabemos que en cada uno de nosotros hay un papa y un rey, pero hombre, no se nos desmadren"

Lo primero que tenemos para decir es que creemos en la sinceridad de lo que allí se expresa, por la forma cómo va dicho y porque el blog donde se profiere contiene como "enlaces recomendados" entre otros a Cruz y Fierro o al imbatible El Sacristán Serrano de los cuales lo menos que podría insinuarse es que sean en algo condescendientes con el celo amargo.

En efecto, puesto que al autor de esa afirmación le resulta incomprensible, procuraremos hacércelo comprensible: nuestra acritud (créame que circunstancial) se debe a que nosotros consideramos un peligro real para la FSSPX el celo amargo (créame que arraigado) en muchos de sus miembros, sean estos religiosos o laicos. Y como somos conscientes de ser una "voz que clama en el desierto", nuestra prédica, si pretendía ser atendida por aquéllos a quienes iba dirigida, debía necesariamente emplear ese tono. El celo amargo es hoy por hoy un "sida" de la Tradición: le quita las defensas primero y la termina matando después.

Le quita las defensas: ante el modernismo emplea argumentos que son fácilmente rebatibles tanto en cuanto el Concilio Vaticano II (cuando se le niega el carácter de concilio válidamente convocado), el novus ordo (cuando se dice que es inválido o ilícito), las ordenaciones episcopales según el rito aprobado por Pablo VI en 1968 (cuando se pone en duda su validez), las canonizaciones (cuando se pone en duda su infalibilidad), etc.

La termina matando: a diferencia de los llamados "sedevacantistas" que se han apartado de la comunión con Pedro, los exponentes del celo amargo constituyen un verdadero peligro por cuanto por razones que nos son estas sí incomprensibles prefieren quedarse dentro de la Iglesia (recordemos que no se puede hablar de "cisma" en la FSSPX sino de situación "irregular"), con lo cual le hacen un doble mal. La amargura deviene, en mi opinión, de una suerte de mesianismo ("es la Fraternidad la que va a salvar a la Iglesia"), desmentido por el mismísimo Mons. Williamson en ocasión del manido tema del "último cartucho" ; él deja claro que no es el rol de la FSSPX matar a la "bestia" modernista como se sugería en la parábola de autoría del Superior del Distrito de Francia de la FSSPX (coinciden estas aseveraciones con nuestra tesis del estado de necesidad de Mons. Lefebvre, el cual no pudo consistir entonces en la solución de la crisis de la Iglesia o los problemas doctrinales). Esa suerte de mesianismo es por naturaleza amargo cuando de enfrentar a los "opositores" se trata, a tal punto que no escatima epítetos: "traidores" "que se venden por treinta monedas" (o un "plato de lentejas", como prefieran), "cómplices de la Roma modernista", etc.

Nosotros por el contrario entendemos que es la misma Iglesia la que se va a salvar a sí misma, contando para ello con el auxilio del cielo, en particular de la Santísima Virgen María, según se desprende de este relato de Sor María de Agreda: "Me fue revelado que a través de la intercesión de la Madre de Dios todas las herejías desaparecerán. La victoria sobre las herejías ha sido reservada por Cristo para su Santísima Madre". Lo que no quita que ella se sirva para sus propósitos de instrumentos eficaces, entre los cuales no me cabe duda está (en primer lugar) la FSSPX. Repito, como instrumento del cual se sirve y pudiera dejar de servirse en un momento dado.

Resumiendo pues, nuestra acritud de un instante se dió porque para la amargura en este tema del "acuerdo" se decidía su supervivencia en los cuadros de la FSSPX y para nosotros también, en la medida de significar una neta división entre el trigo y la cizaña.

lunes, 7 de julio de 2008

El enemigo a batir

A continuación, por su interés, dejamos este artículo de Ignacio San Miguel publicado en Vistazo a la Prensa:

A veces sorprende un poco la agresividad que muestra el Gobierno hacia la Iglesia. Y es que, teóricamente, el pacifismo, bondad, permisividad, etc., de aquél se aviene muy bien con la mansedumbre casi ovejuna que predica ésta en las parroquias. Se le oye al Presidente en alguna de sus alocuciones modosas y piensa uno que resulta intercambiable, en muchos momentos, con un cura progresista. En principio, estas coincidencias, deberían evitar actitudes hostiles. De hecho, muchos curas no pueden evitar mostrar más simpatía por el partido socialista que por el popular. Y esto resulta dentro de la lógica. Además, los socialistas han estado siempre con los pobres ¿no?

Pero es que el conflicto no está con las parroquias, sino con el núcleo duro, que es la alta jerarquía. Esta es depositaria de una doctrina que no puede ser cambiada a voluntad. No puede ser admitido el matrimonio de homosexuales, no puede ser admitido el aborto, ni la manipulación de los embriones, ni la eutanasia. Y aunque en las parroquias no se mencionen estos temas, debido al evidente deterioro moral y doctrinal de los curas, los obispos se ven y se verán obligados a oponerse a estas prácticas. Ha conseguido la izquierda progre extenderlas por todos los países y no es realista pensar en su erradicación a corto y medio plazo. Además, el aborto es un enorme negocio industrial que, por ley natural, tiene a su perduración. En cuanto al homosexualismo, y refiriéndonos a España, es de notar que hay muchos homosexuales colocados en puestos clave de la Administración. Esto explica la aparición de la nueva asignatura Educación para la Ciudadanía, plagada de sugerencias homosexuales para los niños.

Conviene recapacitar en que tendrían muy poco sentido estas sugerencias, si los autores y los inspiradores carecieran de esta orientación sexual. Las personas normales no se ocupan de la sexualidad de los niños, a no ser que observen algo anormal. No se les pasa por la imaginación aleccionarlos en un sentido homosexual, que es lo que se hace en esta asignatura. Para mí no hay duda de que los autores e inspiradores de estos manuales son homosexuales de tendencias paidófilas, pues de otra forma, como digo, no es posible encontrarle explicación.

Sobre esta tendencia habría que decir que se va extendiendo cada vez más, y que aunque de momento la pederastia está perseguida y penalizada, no tiene por qué ser así en el futuro, dada la orientación general de la sociedad. Por de pronto, los pederastas ya tienen su “Día del orgullo pedófilo”, que se celebra dos veces al año, en el solsticio de verano y en el de invierno. Estas ceremonias, en las que utilizan vela azules (el color que más gusta a los niños) no son públicas en todas las naciones, pero todo se andará. Así comenzó el “Día del orgullo gay”, y ahora se ha convertido en una especie de estridente y horrorosa mojiganga que atesta cualquier calle de cualquier ciudad. Y si la sociedad ovejuna ha aceptado esto, también aceptará lo otro. Resultan ridículas las actitudes de escándalo ante los delitos pederastas, cuando estamos saturados de pornografía, prostitución, aborto y homosexualismo, vicios y crímenes que aceptamos buenamente. Es un grave error pensar que la pederastia no tiene nada que ver con estos vicios. Está íntimamente ligada. Es significativo que se haya ido reduciendo la edad legal de los menores para mantener relaciones sexuales, llegando a los catorce años en España. Por supuesto, los pederastas aspiran a la desaparición de cualquier tope en la edad.

Todos recordamos el tremendo escándalo de los curas pederastas católicos en Estados Unidos. El monto de las indemnizaciones que la Iglesia ha tenido que pagar asciende a dos mil millones de dólares. La reacción del actual Papa no ha podido ser más acertada y dura. Nadie con tendencias (simples tendencias) homosexuales puede ingresar ahora en ningún Seminario, sea de Estados Unidos o de cualquier otra nación. Medida ésta que si el Vaticano hubiera estado alerta en esos años postconciliares, se hubiera tomado bastante antes, ahorrándose el tremendo escándalo y la enorme cuantía de las indemnizaciones. A pesar de todo, se pone una vez más de manifiesto el rigor moral del núcleo duro jerárquico de la Iglesia y la relajación del clero de base. Es natural que la hostilidad de la izquierda vaya dirigida a la jerarquía, que es de donde llegan las instrucciones doctrinales y morales siempre en pugna con las orientaciones progresistas.

Queda claro que el progresismo clerical conecta muy bien con el progresismo del laico. Éste sabe que no va a recibir ninguna crítica desde el púlpito. Sabe que el cura participa de sus teorías en gran medida y en muchos casos de su práctica. Entre el clero católico y la pederastia no existe una enemistad sin fisuras, como puede observarse. En eso me fundo para pensar que la pederastia merecerá el mismo silencio benevolente cuando en un futuro más o menos lejano, más o menos próximo, se constituya en costumbre admitida por la sociedad. Los curas seguirán predicando con monotonía y pesantez sobre el grandísimo amor que Dios nos profesa (debido, quizá, a nuestros grandes merecimientos), y no se les ocurrirá referirse a temas espinosos. Que las cosas sigan su curso y nosotros dediquémonos a tocar el arpa honrando al Señor, será su criterio.

Sólo el núcleo duro se ha de mantener irreductible oponiéndose tenazmente, a pesar de su propia carcoma, a la perversidad. Es, por tanto, el enemigo a batir.

Y en referencia a esto, hacemos público el comunicado de la FSSPX tras el entierro de Yves Saint Laurent:

"Desgraciado aquel por el que llega el escándalo. Sería mejor para él que se le pusiera al cuello una rueda de molino y que se lo lanzara al mar, que escandalizar a uno solo de estos pequeñuelos"

El cinco de junio pasado se desarrollaron los entierros de Yves Saint Laurent en la iglesia parroquial Saint-Roch en París. Yves Saint Laurent era un homosexual declarado. A este respecto, era "un pecador manifiesto". Según el Código de Derecho canónico de 1983, los entierros eclesiásticos deben rechazarse:

"Deben privarse de los entierros eclesiásticos, a menos que hayan dado alguna señal de penitencia antes de su muerte:
(…)3° los otros pecadores manifiestos, a los cuales los entierros eclesiásticos no pueden concederse sin escándalo público del fieles. " Canon 1184,3 §1

Si por la gracia de Dios, se había arrepentido antes de su muerte, un dictamen debía emitirse antes o durante la ceremonia para descartar el escándalo. Pero el escándalo más grande es haber autorizado a "su camarada" de depravación a tomar la palabra en la iglesia para exaltar su vida de pareja. Tres semanas han pasado desde esta ceremonia sacrílega y no hay, a mi conocimiento, una sóla voz del clero para lamentar el menor desconcierto, más pequeño.

Denuncio, al deplorar amargamente que mi voz sea solitaria, este espectáculo innombrable y expreso mi náusea ante el control que oprime al clero católico ante una casta dominante que puede extender el espectáculo de sus defectos con su bendición.

Abad CACQUERAY, Superior del Distrito de Francia FSSPX

Noticia que deja bien claro que el enemigo está dentro, o como decía S.S. Pablo VI, "el humo de Satanás está dentro de la Iglesia", frase que remataba san Josemaría diciendo: "el humo de Satanás está adentro y arriba, muy arriba".

viernes, 4 de julio de 2008

A buena hora...

...mangas verdes. Pero bueno, más vale tarde que nunca. El blog A casa de Sarto, de Rafael Castela, después de haberse venido abajo, cosa comprensible, en todo este meollo de negociaciones clericales de la FSSPX, dice que:

"Déjese ahora a la cúpula de la Hermandad ahora llevar la negociación con Roma con la mayor serenidad del mundo. A los miembros de la Orden Tercera de la HSPX cabe instarles a lo mismo, pero me atrevo a suplicar por amor de Dios y de su Santa Iglesia idéntica actitud hacia todos los que recibimos el apostolado de la Hermandad de San Pío X."

Bueno, eso es lo que tenía que haber hecho el Sr. Castela desde un primer momento, pero bueno, bienvenido sea. Y conlcuye:

"Por mi parte, salvo que haya algo que considere que mis palabras pueden servir un bien público, no tengo más que decir respecto a la negociación entre la Hermandad de San Pío X y Roma."

Muy bien dicho, pero yo le aseguro al Sr. Castela que o bien recompone su espíritu de fortaleza o sus aportaciones, como las de los primeros días, nunca serán un bien público.

Eso por un lado. Por otro, nos informa secretum meum mihi de lo siguiente:

BENEDICTO CAMBIA LA MISA — ASIGNADO A LA CONGREGACIÓN PARA EL CULTO EL ESTUDIO DE LA NUEVA LITURGIA.

El rito de la Misa podría cambiar. Según algunas indiscreciones, Benedicto XVI habría encargado a la Congregación para el Culto Divino estudiar algunas modificaciones a la liturgia. En particular el Papa tendría intención de restaurar el latín para la fórmula de la consagración eucarística en la misa en «lengua vulgar», que es aquella celebrada en las diversas lenguas nacionales. Lo mismo podría acaecer para la fórmula del bautismo, de la confirmación, de la confesión y de los otros sacramentos. Adicionalmente, el intercambio de la paz durante la Misa, que hoy está antes de la distribución de la eucaristía, podría ser antes (como en el rito Ambrosiano) del ofertorio para no perturbar el recogimiento que precede a la comunión.

Serían modificaciones que se añadirían a los cambios en la liturgia y a los ornamentos sagrados que el Papa, junto con su ceremoniero, monseñor Guido Marini, ha hecho en estos meses, para recuperar antiguas tradiciones: la restauración del crucifijo al centro del altar, la distribución de la comunión a los fieles en la boca y de rodillas, la recuperación del pastorale de Pío IX (la ferula), la modificación del estilo del palio (la tira de lana blanca con cruces rojas usada por el Papa), la restauración del trono papal utilizado en el consistorio y la celebración de la Misa con la espalda [vuelta] a la asamblea, como pasó en Enero en la Capilla Sixtina.


¿Buena noticia? No lo sabemos, al final si ya tenemos una Misa de 1500 años, como mínimo, de antigüedad y con probados frutos, ¿para qué seguir cambiando? La mejor noticia es que se suprima el Novus Ordo y se restablezca la Misa de siempre de San Pío V, pero bueno, mientras a la expectativa, a ver como responden los "obedientes" Obispos y sacerdotes a estos nuevos aires.

miércoles, 2 de julio de 2008

La rabia incontenida de la prensa liberal y modernista

El comunicado de la FSSPX ha levantado ampollas en los medios liberales, no así en el Vaticano. La chusma modernista, entre los que destacamos al protestante Luis Fernando Pérez Bustamante y su bazofia de portal en Libertad Digital, infestada de clero modernista y de "hermanos separados", así como al "vaticanista" Andrea Tornelli. El blog de este último es todo un poema de rendición. Su crítica sobre la criticada "libertad religiosa" no sólo revela su caracter modernista, sino que además su poca talla intelectual queda al descubierto. Alegría (contenida prudencialmente), pues, parece que se ha marcado un gol. Lo que siempre nos parecerá incompresnible, desde el punto de vista intelectual, son los posicionamientos agrios de A Casa de Sarto y la Honda de David, ya sabemos que en cada uno de nosotros hay un papa y un rey, pero hombre, no se nos desmadren.

COMUNICADO DE PRENSA DE LA
FRATERNIDAD SACERDOTAL SAN PÍO X
A PROPÓSITO DEL “ULTIMÁTUM”
DEL CARDENAL CASTRILLÓN HOYOS


El 4 de junio de 2008, a solicitud del Cardenal Darío Castrillón Hoyos, Presidente de la Pontificia Comisión “Ecclesia Dei”, el Superior General de la Fraternidad San Pío X, Monseñor Bernard Fellay, viajó a Roma acompañado del Segundo Asistente General, Reverendo Padre Alain Marc Nély.

En el transcurso de la entrevista se le entregó un memorándum bajo forma de ultimátum, exigiendo una respuesta para fin del mes de junio. El 23 de junio, a contramano de las prácticas usuales, el diario italiano “Il Giornale” reveló la existencia de este ultimátum y publicó su contenido al día siguiente en la edición electrónica del mismo. En los días sucesivos la información fue retomada por el conjunto de la prensa internacional. Por tanto, a la urgencia del ultimátum se agregó la presión mediática.

El documento del Cardenal Castrillón Hoyos formulaba cinco exigencias; además de una respuesta positiva exigida para fines de junio, la Fraternidad San Pío X, en la persona de su Superior General, debía comprometerse (1) a dar “una respuesta proporcionada a la generosidad del Papa”; (2) a “evitar toda intervención pública que no respete la persona del Santo Padre y que fuese negativa para la caridad eclesial”; (3) a “evitar toda pretensión de [ejercer] un magisterio superior al Santo Padre y a no presentar la Fraternidad en contraposición con la Iglesia”; (4) a “demostrar una voluntad de actuar honestamente en completa caridad eclesial y respetando la autoridad del Vicario de Cristo”.

Se observará que el carácter muy genérico, por no decir vago, de las exigencias formuladas coincide singularmente con la urgencia de un ultimátum. Estas condiciones parecen ordenarse a obtener un clima favorable para un diálogo ulterior, más que comprometerse concretamente sobre puntos determinados. La Fraternidad San Pío X desea que este diálogo se establezca a nivel doctrinal y tome en cuenta todas las cuestiones que, si fuesen eludidas, harían correr el riesgo de que caducase un estatuto canónico fijado precipitadamente. Considera [además] que el previo levantamiento de la excomunión de 1988 favorecería la serenidad de tal diálogo.

La Fraternidad San Pío X no tiene pretensión de ejercer un magisterio superior al del Santo Padre ni busca oponerse a la Iglesia. Siguiendo a su fundador, intenta transmitir lo que ha recibido, es decir, “lo que ha sido creído siempre, en todas partes y por todos”. Hace suya la profesión de fe que Monseñor Marcel Lefebvre dirigió a Pablo VI el 24 de septiembre de 1975: “Jesucristo confió a su Vicario la carga de confirmar a sus hermanos en la fe y reclama de él velar para que cada obispo guarde fielmente el depósito, conforme a las palabras de San Pablo a Timoteo”.

Este es el sentido en que Monseñor Fellay ha respondido al ultimátum, por medio de una carta al Papa Benedicto XVI el jueves 26 de junio de 2008. Al día siguiente el Cardenal Castrillón Hoyos acusó sin más recepción de esta respuesta.

No se harán ulteriores comentarios hasta que la situación así lo aconseje.

Padre Alain Lorans
Responsable del servicio de prensa
de la Fraternidad Sacerdotal San Pío X

El texto original en francés puede verse en: el sitio de Dici.org

martes, 1 de julio de 2008

Y la Cigüeña dijo....SÍ

La noticia más importante de estos días es sin duda la respuesta de Monseñor Fellay al Cardenal Castrillón Hoyos. Sin querer entorpecer en las discusiones de las Jerarquías, sino entrando en el submundo de los blogs católicos, es de notar que todo han sido elucubraciones en base a castillos en el aire. Desde luego que si yo hubiera tenido que responder, al punto en el cual dice: "d'agir honnêtement en toute charité ecclésiale" lo hubiera hecho anotando que "al modo de La Cigüeña de la Torre".

A pesar de Castela (A Casa de Sarto), Luis Fernando Pérez Bustamante (Cor ad cor... y toda la ralea de blogistas que se han pronunciado en el liberal ReL), Jesús Bastante (Barón ranqueante), Andrea Tornelli y sobre todo, mis inaguantables vecinos del 5º derecha; el Espíritu Santo gobierna la Iglesia, la FSSPX es parte de la Iglesia y las excomuniones de forma oficial llegan a su fin. Simplemente, un acto de justicia que como todo el mundo sabe es inferior a la caridad.

"Bienaventurados, vosotros, cuando os persigan, os calumnien y os quiten la vida por mi causa. Estad alegres y contentos, vuestra recompensa será grande en el cielo."