jueves, 25 de diciembre de 2008

In Nativitate Domini


Hodie Christus natus est:
hodie Salvator apparuit:
hodie in terra canunt Angeli,
lactantur Archangeli.

GLORIA IN EXCELSIS DEO ET IN TERRA PAX HOMINIBUS BONAE VOLUNTATIS

jueves, 18 de diciembre de 2008

El Novus Ordo Missae (NOM)



Os voy a hablar de una experiencia personal. Desde esa experiencia quiero, por induccion, llegar al apartado teórico.

Siempre he asistido al NOM, para mí no había otro. He de decir que salvo en un par de iglesias que frecuenté durante años, en las demás siempre he observado "abusos" litúrgicos, curas progresistas y ocultamiento del compromiso cristiano en lo social, claro es, siempre que no fuera de una forma marxista.

Los curas se comprometían tanto en política, marxista e izquierdista, con un abuso del clericalismo imperante preconciliar que hacín a la gente abandonar la asistencia a misa, porque al fin y al cabo para escuchar a un mitinero y con opiniones contrarias al 99% de los asistentes, pues, como que no.

He vivido la supresión de las procesiones, porque para el párroco eso era un cristianismo sociológico y farisáico. He vivido la supresión de los confesionarios, porque eso era hundir permanentemente al hombre en el pesimismo. He vivido la secularización de un familiar salesiano y misionero, cuyo primer recurso "teológico" era decir que daba la Comunión en la mano porque le daba asco (sic) dar la Comunión a las viejas en la boca. Su segundo recurso fue su promiscuidad sexual, y el tercero hacer de comparsa a las células del PCE.

Todo esto pasaba con el NOM, no había otro. Pero, claro, era todo un "abuso". Ni que decir tiene que dejé de asistir a la iglesia, vamos a ver si esto se entiende, dejé la vida de los sacramentos porque me echaron a patadas, a mí y tantos y tantos millones de católicos españoles que ante el ataque inmisericorde a su fe, prefirieron, por una adhesión firme e incondicional a la persona (no sólo al cargo) del Santo Padre, irse a casa y esperar que plantar cara y enmendar la plana a la Jerarquía.

Pero el pietismo es la semilla que cae al pie del camino. No fructifica. Y eso lo saben bien nuestros hermanos herejes los protestantes. Y al final queda, en el fondo de nuestra alma, la gracia suficiente para ser buenas personas, mantener el orden, amar la justicia y la espera sin oración. Y así pasan los años, y puede, que al final llegue la parca con mucha pena y nada de gloria.

Dios se vale de los instrumentos más inverosímiles para despertar la fe dormida en el alma por la gracia bautismal. Así, un día, después de años de dejación, vuelvo a una iglesia. Y bueno, más de lo mismo. Guitarreo, rezar cogidos de las manos, cura sin casulla oficiando, en fin, algo que para mí era lo más normal; pero, y he aquí la cuestión, a pesar de todas esas formas "abusicas", los curas derraman su fe en sus prédicas, valientemente (algo para mí ináudito, vamos, como ver a un melenudo con pendientes en las narices comulgar de rodillas), arriegadamente, coherentemente.

Y así, por la palabra y los gestos sacerdotales en toda la "plegaria eucarística", comienzo a vivir en la parroquia. A misa diari, a vísperas, a lo que hiciera falta. Ahí estaba el Señor. Sí, ¡es el Señor! y como san Pedro, a zambullirse al agua. Pero Dios, en su infinita sabiduría tiene otros planes, y así he de abandonar el domicilio y trasladarme, con lo que mi vida se despega de la parroquia. Pero estaba inmerso ya en la vida parroquial y con ganas de seguir allí donde el destino me enviara. Para mí el Santo Padre, Juan Pablo II, había logrado enderezar el rumbo de la Iglesia, y, bueno, aún en la falta de ornamentos, algo había cambiado. Sigo. Llego a la nueva parroquia y de ella se desprende, a primer golpe de vista, una ortodoxia total. Iglesia con nave cruzada y presbiterio, altar y Sagrario en el centro y con la Cruz de Nuestro Señor. Una parroquia cristiana, y lo que era mejor, nueva. Confesonarios funcionando a toda hora, y atoda hora con colas, exposición del Santísimo los jueves, algo fantástico, que atrae a numeroso público de más de veinte kilómetros a la redonda.

Y la celebración de la misa al pie de la letra con la liturgia NOM. Ornamentos completos, genuflexiones completas, adoración completa, vamos, un ejemplo a seguir. ¿Pero? Pues, sí ahí está el pero. La prédica de los curas insustancial, politiquera, si bien de derechas, no deja de ser politiquería barata, y más cuando es pro Partido Popular, pero lo más horrendo la Comunión. Se distribuye por laicos, se caen las Hostias, tanto que al final, el comulgar en la mano se hace una necesidad, un mal menor, antes en la mano que se caiga la Hostia, antes en la mano que un laico me la ponga en la lengua...hasta que uno ya no sabe si recibe a Nuestro Señor o está en un ágape de Cáritas. Pero eso sí, la liturgia NOM inmaculada.

Indudablemente el asistir a misa NOM completamente "ortodoxa" y encontrarme con todo eso superó mi capacidad de razonar. Entendería todo eso en los "abusos", pero en la "ortodoxia", no. Y es más, donde había "abusos", por lo menos en la Consagración y en la Comunión se trasnmitía la fe, o por lo menos no se ponía uno en peligro próximo de perderla. Dios quería que conociera la Misa de San Pío V, y todos mis escrúpulos desaparecieron porque era una cuestión de vida o muerte, o encontraba la expresión pública de la fe católica, o a los cuáterles de invierno, al pietismo, a la espera.

Y como el que busca encuentra, y al que llama se le abre, encontré, entré y allí me quedé. Después he ido profundizando en el conocimiento de la dogmática, en la historia de la Iglesia y en las sana filosofía tomista. Todo esto es efecto, no causa, la causa es el santo Sacrificio al que se accede simple, como un niño, sin más. Dios hace lo más grande y sublime y queda oculto a los ojos de los sabios.

Tras los análisis, tras la experiencia vivida, puedo colegir, cosa que otros hicieron antes que yo, v.g. Mons. Marcel Lefebvre, de feliz memoria, que la misa según el NOM es teológicamente válida. Hay materia, forma, ministro e intención (no asegurada, no sabemos cuántas eucaristías son válidas y cuántas no, pero la hay). Bien celebrado el NOM, aleja peligrosamente de la fe, es ocasión, por repetición continuada, próxima de peligro para la fe, es decir, ontológicamente el NOM es malo. Ya he dicho que la eucaristía es válida, pero no hay que perder de vista que las misas sacrílegas e incluso las negras son válidas. La validez no asegura la bondad del NOM, y sus frutos son conocidos, y para un católico la cosa es clara: por sus frutos los conoceréis.

Se equivocan los que ponen la misa de San Pío V y el NOM al mismo nivel, eso es poner a la verdad y al error al mismo nivel y con libertad para ambos, que es la situación en la que estamos hoy. Antes se perseguía la verdad, el misal de San Pío V, ahora se le deja convivir con el error, pero no nos hagamos ilusiones, no para restablecer la verdad católica, sino para camuflar un error que nadie se traga ya.

La Iglesia, a través del Santo Padre, tiene autoridad y potestad para cambiar el rito y hacerlo más explícito según la época histórica, pero no tiene autoridad ni potestad para ocultar el dogma o viciarlo. El rito de san Pío V puede, e incluso a lo mejor debe, modificarse, pero ahora más que nunca remarcando de forma rotunda, como la Iglesia ha hecho en dos mil años, el dogma y la fe católicas.

Me gustaría decir a todas esas personas de buena voluntas que asisten al NOM de forma "ortodoxa" que abran los ojos, que despierten que pidan luces a Nuestro Señor sobre este particular, y yo en mi nada, rogaré a Santa María siempre Virgen que lleve a sus retoños, a nuestros hermanos en la fe de Cristo, a las fuentes de agua viva. Así sea.

martes, 16 de diciembre de 2008

Pero ante todo, hay que ser simpáticos




Sí, hay que ser simpáticos, graciosos, ridículos. Nunca los respetos humanos han hecho tanto destrozo como en esta época de apóstatas y felones. Hoy, nos enteramos de lo siguiente:

Sábado pasado, día 13 de Diciembre de este año 2008. Parroquia de Santa Genoveva de Majadahonda, Madrid. Sobre las 12:00 hrs. Está terminando la Misa y el sacerdote --David, sentimos de verdad no poder anteponerle el Don debido a todo sacerdote por el hecho de ser persona consagrada, pero ya verán los motivos--, sí, David, que para el que no lo sepa procede de la parroquia de Nuestra Señora de Caná, dirigida por Jesús Higueras --otro al que no podemos dar el Don que quisiéramos, por otros motivos--, dice que va a dar algunos avisos:

"...ahora toca daros la aspirina litúrgica. Vamos a ver, cuando se cae la Hostia no pasa nada, no os quedéis paralizados. Se recoge y ya está. La Hostia se puede coger con la mano perfectamente, quizás los que sois más viejos tenéis más reparos porque os enseñaron que sólo se podía recibir con la lengua, pero os voy a decir una cosa, si lo pensáis, tomar la Hostia con la lengua es más asqueroso que con la mano, porque si pensáis en las bacterias de la lengua y los ácidos del estómago cuando se disuelve allí, es mucho peor, además se mastica (hace gestos ostensibles de masticación) y en cambio no pasa nada. Así que ya lo sabéis, si se cae la Hostia no pasa nada, el Señor tiene cosas más importantes en qué pensar que en que se caiga o no la Hostia. Otra cosa sería que os llevaráis una Hostia en el bosillo, eso si que está mal, bueno, menos yo que la llevo a los enfermos..."

Increíble, pero cierto. Terrible, pero verdadero. ¡El enemigo está, sin duda, dentro: disparad sobre nosotros! No se puede ser más irreverente, bárbaro y vulgar. Es difícil encontrar, incluso entre los declarados enemigos de la Iglesia, a alguno que se a capaz de decir semejantes cosas; y lo peor es que este individuo se dice sacerdote y las dice desde el ambón, y vestido con ornamentos sagrados. ¡Cuánta soberbia e insensatez! ¡Qué desprecio tan cruel por el Sacratísimo Cuerpo, Sangre, Alma y Divinidad de Nuestro Señor, que eso es lo que es la Sagrada Forma! ¡La lleva en el bolsillo como el que lleva cualquier cosa! ¡Qué ignorante, al mismo tiempo! ¡Cuánta falta de fe! ¡Cuánta desobedicencia al Papa! Y cuántas cosas más por decirle que no caben en todo Internet.

Así nos va; así nos arde el pelo; con sacerdores como éste, con Obispos que les amparan; con Cardenales como Rouco que organiza misas multitudinarias que se convierten en saraos irreligiosos, mientras permite, porque no tiene lo que hay que tener, que en San Carlos Borromeo sigan los sacrilegios. ¡Pero cómo no vamos a caer bajo la bota de los ateos e impíos, si los jefes están podridos, y los soldados vagan a su antojo sin disciplina ni ilusión! ¡Pero si es que nos merecemos lo que nos ocurre! ¡Pero si es que hemos de pagar nuestras veleidades! ¡Pero si es que Dios debe estar harto de que le pidamos, mientras sólo recibe desprecios, bofetadas y escarnios.. de los suyos!

Recemos. Recen. Hagamos penitencia. Hagan penitencia. Pidamos a Nuestro Señor sufrir para poder reparar, con nuestro sufrimiento, nuestras ofensas y las de los demás, en especial las de aquellos que se dicen católicos, las de aquellos que exclamando ¡Señor, Señor! demuestran ser peores que los enfermos de ignorancia o ciegos por el error. ¡Cuánto más, mucho más daño hace un mal sacerdote, que mil pecadores!

Por Laura Benca

Fuente: Alto y Claro

miércoles, 10 de diciembre de 2008

El acabóse, o hay que jo(robarse)

El obispo Charles Ellis oficia una misa por la salvación del sector. (REUTERS).

Me ha llamado mucho la atención este pie de foto de El Mundo. Mientras que los Obispos de la Iglesia llaman al Santo Sacrificio, celebrar la Eucaristía; los que no tienen ni Misa, ni Sacramento ni Obispos, a sus pantomimas circenses a hora les llaman "oficiar misa".

El mundo al revés.

jueves, 4 de diciembre de 2008

¿Peligro donatista?

Entre una institución, de la Iglesia, que mantiene la fe intacta en nuestros días, esto es, sin contaminaciones modernistas, pero que formalmente está fuera de la comunión eclesiástica; y otra institución eclesiástica, en comunión formaliter, que presenta defectos en esa fe porque el contagio es inevitable, pero mantiene las premisas básicas sacramentales de materia, forma, ministro e intención, ¿cuál dispensará mayores gracias a sus miembros?

Habida cuenta que las gracias que dispensa, sin contar los sacramentos que son ex opere operato, la Iglesia en forma de indulgencias y otras prerrogativas necesitan de la comunión formaliter, ¿la pregunta del párrafo anterior no refleja un espíritu donatista?