¡Ay los muertos de la guerra,- sin mármoles y sin cruces!
¡Ay los muertos de la guerra,- con su epitafio de vientos y de nubes!
El sol de este nuevo otoño,- ¡cómo en España reluce!
Almohadas son los ribazos,- los valles son ataúdes.
Ni carrozas de caballos,- ni lentas músicas fúnebres
tuvieron, ni compañía - de emperadores y duques.
Las yerbecitas del campo,- figiéndose manos dulces
de novias y enamoradas,- los amortajan y cubren.
¡Qué paradoja estos muertos,- que entre tréboles verdes
apenas un palmo suben!
No sobrepasan las flores - ¡y sobrepasan las cumbres!
Los lechos donde se duermen,- cunas son, que no ataúdes.
Hoyos parecen abiertos - para las cepas de octubre.
¡Paradoja de una muerte - que tanta vida produce!
Movimiento de gusanos - sobre las frías quietudes.
Espuma de margaritas,- abierta, una boca escupe.
Macetas de jaramagos - son unos ojos sin luces.
¡Paradoja de la guerra:- miseria donde nacen
futuras excelsitudes!
Paradoja de la guerra:- la misma infinita y dulce
paradoja redentora - que nuestras miserias cubre.
La muerte que engendra vida,- la niebla que esconde luces.
¡El monte de aquel Viernes,- y sobre el monte tres cruces!
Campos de España, infinitos:- caminos de aquel octubre...
¡Qué olor de Historia naciente - entre tanta podredumbre!
Y aquellos héroes caídos,- ¡qué humildes entre las yerbas!
y entre las flores, ¡qué dulces!
¡Cómo la anchura del campo - y el cielo los disminuye!
¡Y cómo iguala la muerte - los rojos y los azules!
¡Qué amor de sol los acerca! - ¡Qué paz de tierra los une!
Nadie es nada. Todos son -sílabas que se resumen
en un romance sin nombre - y en un olvido sin cruces.
¡Cómo se achica aquel bravo- y aquel capitán se pudre!
Y la miliciana aquella,-de entrabiertos ojos dulces,
con su fusil y su "mono",- muerta, en la yerba de bruces...,
¡qué montoncillo tan leve - de campanillas azules!
¡qué montoncillo tan leve - de campanillas azules!
Pero Dios sabe sus nombres - y los separa en las nubes.
José María PEMÁN
3 comentarios:
Estimado Fernando de “Gladium et Spes”:
Núcleo de la Lealtad tiene el honor de participarle la felicitación navideña de la Secretaría Política de la CT:
«En nombre del Abanderado de la Tradición, en el del Carlismo y en el propio, la Secretaría Política de S.A.R. Don Sixto Enrique de Borbón les desea una santa y feliz Navidad.
Que en el Año Nuevo el Niño Dios nos conceda acercarnos a la restauración de Su reinado sobre Las Españas y sobre la Cristiandad toda».
Secretaría Política de S.A.R. Don Sixto Enrique de Borbón
Comunión Tradicionalista
Nos adherimos a la anterior felicitación de la Secretaría Política de la CT, y en nombre propio le deseamos:
«¡Felices Pascuas y próspero Año de Gracia de 2010!»
Núcleo de la Lealtad
Muchas gracias Cruzado. Recibe tú también mis mejores deseos.
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