viernes, 13 de marzo de 2009

Deo gratias!

Quizá con el título bastara para este artículo, pero en ánimo de la diligencia escribiré unas apuntaciones que me parecen reveladoras.

Domie ut videam! ¡Señor, que vea!, encabezaba no hace mucho uno de mis "post" internautas. ¡Que vea!, pero no con mis ojos concupiscentes, mi intelecto ignorante y mi débil naturaleza, no, eso no, Señor, que vea como Tu ves, que entienda como Tu entiendes, que quiera lo que Tu quieres. Y creo que hoy, en mi oración matinal, he vislumbrado el horizonte.

El levantamiento de las excomuniones ha sido obra directa de Nuestra Señora, Ella ha intercedido como en Caná: "Mira que no tienen vino." Y como en Caná no ha pedido la forma en que el Señor debe proveer, simplemente: "haced lo que Él os diga". Y El Sñor lo ha hecho como Él ha querido, no como nosotros hubiérmaos deseado. Fiat!, pues, Señor.

La Carta de Mons. Fellay, en su brevedad, es todo un plan de actuación, quien sabe si el último plan, no importa, ahora lo importante es que es el plan. Apoyemos ese plan, sigamos ese plan, vivienod de la vida sobrenatural, de la oración, de la penitencia y la reparación, es lo que mejor podemos hacer por nuestros Pastores. Rezar por ellos, sufrir por ellos, reparar por ellos. Situado el debate en lo doctrinal, son los teólogos, los Aquitanenses de la FSSPX los que deben entablar el debate con la curia vaticana, infiel y modernista. Con la carta del Santo Padre Benedicto XVI y con la respuesta de Mons. Fellay, el tema está claro y centrado, influyamos de la mejor manera que podemos hacer: Oración y penitencia, tal como nos dice el Señor Mt (17, 21) para expulsar a esos demonios y al humo de Satanás que se ha infiltrado.

Por otro lado, recemos para que los díscolos, y en especial el P. Basilio Méramo, reencuentre su vocación. El sedevacantismo, siendo una opinión, no debe ni puede ser eneseñado como certeza, por lo tanto, ante los hechos, es mejor rendir la razón del amor propio, que esa es la opinión del P. Méramo, y postrarse humilde a los pies de Santa María. Decir, como en pública carata ha dicho el P. Méramo, que el mortal accidente que sufrieron cuatro seminaristas, de los que tres fallecieron, el día de la Virgen de Lourdes era una señal del ceilo para mostrar el error de los superiores de la FSSPX, aparte de un raciocinio cruel, es una míope interpretación. La spersonas no sólo mueren por castigo, hay muchos que ofrecen sus vidas y Dios las acepta en sacrificio. ¡Cuántas almas ofrecieron morir por salvar! La interpretación de muerte/castigo, en este caso, nos muestra el ruin semblante del sectarismo.

Dicho esto hago mutis por el foro porque tengo que dar muchas gracias a Dios por seguir dándome la existencia en estos días de tribulación en los que, como dijera Pío XI, a nadie se le permite ser mediocre.

Maria, Auxilium Christianorum: Ora pro nobis.

1 comentario:

José Antonio de Valle dijo...

Nuevo sitio con obras del Padre Basilio Méramo en http://www.meramo.net/