martes, 24 de marzo de 2009

¡Achiquen rápido! ¡achiquen!

Una de cal, otra de arena; dos pasos adelante, uno hacia atrás; el péndulo y las gaitas...viejas fórmulas repetidas que nos hacen cada vez más asentarnos en nuestra percepción de un estado de necesidad. Puede que con precedentes, pero una cosa es la repetición histórica y otra muy distinta es vivirla. Y nosotros la vivimos, la sentimos, la analizamos, le pedimos luces al Espíritu Santo, que es Dios, y no hay duda: el estado de necesidad es tan claro como el hambre que hizo comer a los soldados de David los panes del templo. Sintieron hambre, y eso es algo muy real. Un modernista, o un teólogo de vueltas (como Ratzinger), quizás no coman y mueran de hambre, pero cualquier persona con sentido común comerá.

Yo se lo dije una vez a mi Confesor de mi época conciliar: "Mire, don X, empezamos con las tonterías esas de que el limbo es una opinión teológica medieval, no es dogma y demás, y acabaremos aceptando el aborto porque todos van al cielo". ¡No! imposible --decía él todo convencido-- eso no ocurrirá jamás. Como no ocurrirá que las mujeres sean ordenadas sacerdotes, como no ocurrirá que se quite el celibato en la Iglesia de rito latino.

Y es que no hace falta ser profeta, simplemente no hay que negar que se tiene hambre. Visionando el otro día la película de Montgomery Clift, que hace un papel sobre un sacerdote, y debe decidir entre la vida de su hermana y la del hijo desta, decisión moral que aceptaba el marido, no había duda: salvar al niño aunque supusiera la muerte de la madre.

Y qué decir desas madres que no se someten a quimio o radioterapia, léase la hija v.g. de Adolfo Suárez, y siguen adelante con su embarazo porque no pueden matar al hijo de sus entrañas por alcanzar ellas la salud del cuerpo. Heroinas de cada día. ¿Que el heroismo no es exigible? ¿Desde cuándo?

¿Es o no es obligación de todo bauitzado, con la gracia de Dios que lo hace posible, ser santo? ¿Es, o no es, ser santo vivir las virtudes en grado heroico? Sí, ya sabemos que ahora los santos lo son en función de lo bien o mal que caigan a la prensa, pero eso nos hace sentir más y más hambre.

El hereje Lombardi es portavoz de la Santa Sede, bueno, más claro el agua. Ya lo decía S.S. Juan Pablo II: "Hay que pedir para que los teólogos encuentren una solución para los niños muertos por causa del aborto". Y ya está, hombre, ya la han encontrado: ¡Todos al Cielo! Como si Dios tuviera una deuda para con el hombre de que éste alcance la visión beatífica. ¡Qué horror!

Así que ahora, una madre embarazada se puede someter, v.g., a quimio y radioterapia aun cuando eso le suponga al feto al muerte...y luego vienen con lacitos blancos, por mí, ya saben donde se los pueden meter todos. (Cuidado, que la imaginación es "la loca de la casa").

1 comentario:

Antonio de Valle dijo...

El Padre Basilio ha enviado una carta a Monseñor de Galarreta acerca de este discurso. La carta puede verse en www.meramo.net
Un saludo cordial.