viernes, 20 de febrero de 2009

Ha hablado contra César



Si es que ya nos sabemos el cuento. El crimen más horrendo de la Historia se realizó bajo el pretexto político de la usurpación del poder. El día de hoy nos sigue dando pruebas de las malas artes de los maestros del pretexto. Así, por ejemplo, bajo el pretexto de una comunicación defectuosa el Secretario de Estado Vaticano y el vocero Lombardi han arremetido, no ya con la ausencia total de caridad (virtud teologal que no exigible, sino don gratuito), sino con la mínima falta de ética crítica para con un superior. Eso sí, aman muchísimo al Santo Padre, y Santo Padre para aquí y Santo Padre para allá, palabras vacías que los hechos tozudamente contradicen constantemente.

La persecución desatada contra Monseñor Williansom, para el cual mi afecto y consideración crece de forma exponencial al paso de los días, ha sido contra un Obispo de la Iglesia Católica, y por esos dos motivos, por ser obispo y católico. Bajo un sucio pretexto, que no mencionaré por que estoy tan harto de la mentira que me sofoca hasta el reproducirla por boca ajena, se persigue a la Iglesia: "Saulo, Saulo, ¿por qué me persigues?"

Como dije en su día, a Monseñor Williansom no se le renueva el permiso de residencia, otro pretexto, y se le expulsa de la Argentina. Y ahora empieza el calvario para este hombre de Dios. ¿Adónde ir? Ojalá España fuera el territorio contrarrevolucionario que debiera haber sido, y que nunca fue, para poder recibirlo entre nosotros, pero aquí no sé si las tendría todas consigo. No obstante, como en la persecución del Madrid rojo, si es preciso montar la quinta columna para esconder en casas a este Obispo, que puede ser el primero de una larga cadena contra toda la Iglesia de Nuestro Señor, habrá que empezar a considerar la posibilidad.

Otra vez parece que el Demonio se ha desatado y se ha encrispado por la vuelta de la Iglesia a la Tradición, de su inicio quiero decir, bien; habrá que preparse. Sólo una petición a la FSSPX: Por Dios, no abandonen ahora al Pastor, el ser prudentes no significa, jamás, hacer leña del árbol caído.

Monseñor Williamson: Rezamos por usted aquella plegaria que introdujera San Pío X por los Obispos:

"Oremus et pro Antistite nostro Richard, stet et pascat in fortitudine tua Domine, in sublimitate nominis tuis".

1 comentario:

In diebus illis dijo...

Ojalá, ya lo comentamos hace poco. Estamos todos rifándonoslo.