jueves, 5 de febrero de 2009

Repasemos

Hagamos lo contrario que quieren los mass-media, analicemos, repasemos, meditemos las distintas respuestas tras el 24-01-2009.

Yves Chiron:

1.- La Fraternidad Sacerdotal San Pío X había pedido, en sucesivas ocasiones, “la retirada del decreto de excomunión” de 1988. Obtuvo el levantamiento de este decreto (rimozione en el texto original italiano del cardenal Re). No es la misma cosa. Una “retirada” habría significado que la excomunión era injustificada. El “levantamiento” de excomunión significa que se cambia la situación canónica de los cuatro obispos interesados. Esta decisión se toma, según el texto del decreto, por dos razones: debido al “malestar espiritual” (disagio spirituale dice, con mayor fuerza, el texto original) creado por la excomunión y debido “al compromiso” asumido por los interesados. Si el decreto de excomunión se hubiera retirado, o lo que es lo mismo cancelado, se habría referido no sólo a los cuatro obispos consagrados en 1988 sino también los dos obispos consagrantes (Mons. Lefebvre et Mons. de Castro Mayer).

Ahora bien, no es el caso. Mons. Fellay, en su carta a los fieles hace alusión cuando espera “la pronta rehabilitación” de Mons. Lefebvre.

2.- Sería interesante conocer el texto íntegro la carta del 15 de diciembre de 2008 en la cual se ha solicitado “de nuevo el levantamiento de excomunión”. Por el momento, se conoce un extracto citado en el decreto del cardenal Re y de otra citación por Mons. Fellay en su carta a los fieles. Es notable que la aceptación de todas las enseñanzas del concilio Vaticano II no fue una condición impuesta por Roma al levantamiento de la excomunión. En la carta del 15 de diciembre, Mons. Fellay, en su nombre y en nombre de los tres obispos restantes, declaró “nosotros aceptamos y hacemos nuestros todos los concilios hasta el Vaticano II sobre el cual emitimos reservas”. El decreto del levantamiento de excomunión no cita este paso de la carta de Mons. Fellay sino que hay alusión hablando, de manera más minimalista, de “cuestiones aún abiertas” a propósito de las cuales serán necesarias “entrevistas” (colloqui) con las autoridades del Vaticano”.

3.- El Vaticano considera que “la plena comunión con la Iglesia de toda la Fraternidad de San Pío X” no está alcanzada aún, incluso con este decreto. El 7 de diciembre de 1965, por el breve Ambulate en dilectione, Pablo VI quiso “borrar del recuerdo de la Iglesia la frase de excomunión” llevada a cabo en 1054 contra el patriarca de Constantinopla. Esperaba que esta decisión (no unilateral) favoreciera el restablecimiento “de la perfecta unidad” entre católicos y ortodoxos y permitiera “suprimir los obstáculos y las zancadillas”. Cuarenta años más tarde, no se ha alcanzado aún esta “perfecta unidad” - aunque Benedicto XVI no ha regateado en esfuerzos.

Del lado de la FSSPX, se considera que un “nuevo clima” se ha creado por este levantamiento de las excomuniones. Pero no es una plena comunión.

¿LA FSSPX seguirá, por ejemplo, ordenando de nuevo a los sacerdotes, que han solicitado su incorporación, ordenados según el nuevo rito?

¿Seguirá aconsejando a su fieles no ir a la misa del domingo si es según el rito de Pablo VI?

Hasta ahí el comentario de Yves Chiron traducido por GS. La pregunta del final es dolorosa, ya que, muchos fieles imposibilitados de cumplir el precepto dominical con la misa de San Pío V han sido "dispensados" por razón de fe. Y teniendo en cuenta estas declaraciones, del P. Juan Carlos Ceriani, fsspx:

Visto que, cuando expuse a mis Superiores mis observaciones respecto al vínculo existente entre la “Declaración de una pena” y la “pena en si misma”, y por lo tanto que pedir “el retiro del Decreto de declaración de la excomunión” implica reconocer “la validez de la censura”, recibí las siguientes respuestas:

  • “Usted confunde retirar un decreto de excomunión con levantar una excomunión (…) En todo documento oficial o de importancia tengo mucho cuidado de no mencionar o decir ״levantar la excomunión ״” (Carta de Mons. Bernard Fellay al padre Ceriani, 3 de agosto de 2004).
  • “Usted puede comprobar que efectivamente el Padre Sommerville no leyó como lo hacen los sacerdotes de la Fraternidad ״el retiro del decreto de excomunión ״, sino que habla de ״levantamiento de la excomunión ״. No está informado simplemente de nuestra distinción y de la insistencia que debemos tener en hacerla. Es necesario simplemente tomarlo como una manera corriente de hablar” (Carta de Mgr Bernard Fellay al padre Ceriani, el 26 de febrero de 2005).
  • “Pienso y mantengo que se trata de una simple cuestión de imprecisión de lenguaje en el texto incriminado. ¡Nada más! No pienso que eso valga la pena para hacer un drama.” (Carta de Mgr Bernard Fellay al padre Ceriani, el 3 de junio de 2005).
  • “Monseñor Fellay pidió oficialmente ״el retiro del decreto de excomunión ״. No pidió el levantamiento o el retiro de la excomunión en si misma, que no reconocemos; pide precisamente el levantamiento del decreto, es bien diferente. ¿Pero entiende usted la diferencia? ¿Quiere reflexionar sobre esto? ” (Carta de Mgr Tissier de Mallerais al padre Ceriani, el 31 de agosto de 2004).
  • “No comparto sus inquietudes en lo referente a los debates con Roma. Le dije en la última carta que es su carácter inquieto quien le juega malas pasadas, ya que objetivamente no hay materia para inquietud. En efecto, Monseñor Fellay mantiene bien firmemente los dos preliminares que ha planteado al cardenal Castrillón Hoyos hace cuatro años, a saber el reconocimiento del derecho imprescriptible de la misa tradicional y el levantamiento —no de las censuras sino— del decreto de excomunión de los obispos. Le expliqué que no es la misma cosa. El protocolo de 1988 preveía el levantamiento de las irregularidades y de la suspensión, Mons. Fellay pide el levantamiento del decreto: no reconoce, pues, la validez de las censuras.” (Carta de Mgr Tissier de Mallerais al padre Ceriani, el 18 de septiembre de 2004).
Volvemos a lo de siempre, Sí, Sí, No, No, a qué tanto rodeo. Ca, por amor de Dios, seamos pacientes y "constructivos", como piedras vivas que somos.

En esto coincidimos muchos: Tanto tiempo negando autoridad, que muchos ya no saben obedecer si no a sí mismos.

Oremus, pro Pontifice nostro Benedicto Decimo Sexto...


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